Pregabalina Engorda
La relación entre los medicamentos y el aumento de peso genera preocupación en muchos pacientes, especialmente cuando se hablan de fármacos para tratar trastornos del sistema nervioso. Una de las preguntas más comunes en las consultas médicas es si la pregabalina engorda. Este medicamento es ampliamente utilizado para tratar diversas afecciones como la epilepsia, la ansiedad generalizada y el dolor neuropático. Sin embargo, muchas personas reportan aumento de peso mientras lo consumen, lo cual despierta dudas sobre sus efectos secundarios y la forma en que afecta el metabolismo.
La pregabalina actúa modulando la actividad de ciertas señales químicas en el sistema nervioso. Aunque no es un antidepresivo ni un ansiolítico en el sentido tradicional, su uso para tratar trastornos psiquiátricos ha crecido ampliamente. Al hacerlo, algunas personas han empezado a notar cambios físicos inesperados, en especial en su peso corporal. Este aumento puede deberse a varios factores, entre ellos retención de líquidos, aumento del apetito o disminución del gasto energético, todos reacciones adversas descritas en ciertos pacientes. Por eso, es inevitable que el término “pregabalina engorda” esté ganando relevancia en buscadores y foros especializados.
¿Por qué se produce el aumento de peso con pregabalina?
El aumento de peso asociado al uso de pregabalina no se da en todos los pacientes, pero se ha documentado como un efecto secundario común en varios estudios clínicos. La razón no se limita a una sola causa; más bien, es una combinación de varios factores que en conjunto pueden causar un incremento en la masa corporal.
Retención de líquidos
Uno de los mecanismos más comunes por los cuales este medicamento puede inducir aumento de peso es la retención de líquidos. La pregabalina puede hacer que el cuerpo acumule sodio y agua, especialmente en las extremidades, dando lugar a un edema leve. Este exceso de líquidos puede reflejarse en un incremento de peso sin que necesariamente exista un cambio en la grasa corporal.
Estimulación del apetito
Algunos pacientes informan sentir más hambre una vez que comienzan a tomar pregabalina. Este incremento en el apetito puede generar un consumo calórico mayor al habitual, lo cual, sumado a una menor actividad física —otro efecto posible del medicamento— termina resultando en un balance energético positivo y, por tanto, en la ganancia de peso.
Reducción de la actividad física
Otro aspecto que se debe tomar en cuenta es que la pregabalina puede causar somnolencia, mareos o fatiga. Estos síntomas pueden llevar a una reducción de la actividad física diaria, lo que contribuye indirectamente al aumento de peso. Los pacientes que antes mantenían un ritmo activo podrían volverse más sedentarios, alterando de forma significativa su metabolismo basal.
¿Cuánto peso se puede llegar a ganar?
La cantidad de peso que un paciente puede ganar al tomar pregabalina varía considerablemente. Algunos experimentan un ligero aumento de pocos kilos, mientras que otros pueden observar cambios más significativos durante un tratamiento prolongado. En ensayos clínicos, se ha reportado que entre el 5 y el 15% de los pacientes pueden ganar más del 7% de su peso corporal inicial.
Esto no significa que todas las personas ganarán peso ni que dejarán de beneficiarse del medicamento si esto ocurre. Sin embargo, si el aumento de peso es considerable o sostenido en el tiempo, se recomienda hablar con el especialista para ajustar la dosis o considerar alternativas terapéuticas.
¿Es reversible el aumento de peso causado por pregabalina?
Una de las preocupaciones más frecuentes entre quienes notan que con la pregabalina engordan es si este efecto es temporal o permanente. En muchos casos, cuando se suspende o reduce la dosis del medicamento, el aumento de peso disminuye o incluso desaparece. Esto sucede siempre y cuando el paciente mantenga una dieta equilibrada y retome sus niveles normales de actividad física.
No obstante, en aquellos casos donde el aumento de peso se debe más al incremento del tejido adiposo que a la retención de agua, puede requerirse un esfuerzo adicional, como cambios en el estilo de vida y una rutina de ejercicios constante. Por ello, es importante monitorizar el peso durante el tratamiento y actuar desde los primeros signos de aumento.
Consejos para manejar el aumento de peso durante el tratamiento
Es natural preocuparse por un posible aumento de peso al iniciar un tratamiento farmacológico. Para evitar que esto se convierta en un problema grave, existen varias estrategias que pueden complementar la terapia con pregabalina y ayudar al paciente a mantener un peso adecuado.
Monitoreo regular del peso
Una de las primeras medidas es controlar el peso una vez a la semana. Esto permite detectar cualquier desviación significativa en el peso corporal y actuar con antelación. Es recomendable llevar un registro junto con una descripción de los hábitos alimenticios y nivel de actividad física.
Adoptar una dieta equilibrada
Los pacientes deben enfocarse en una alimentación rica en frutas, verduras, proteínas magras y cereales integrales. Reducir el consumo de azúcares procesados y alimentos ultraelaborados también es clave. En caso de tener dudas, trabajar con un nutricionista puede ser muy beneficioso.
Incorporar actividad física moderada
Siempre que la condición médica del paciente lo permita, una caminata diaria de 30 minutos o una rutina de ejercicios suaves puede ser suficiente para mantener el metabolismo activo. Esto también mejora el estado de ánimo, algo que contribuye positivamente a la terapia general.
Consultar al médico ante cualquier cambio significativo
Si el aumento de peso es rápido o inexplicado, es crucial consultar al médico. El profesional de la salud puede tomar medidas como ajustar la dosis, modificar el medicamento o recomendar alternativas que tengan menos impacto en la composición corporal.
¿Existen alternativas a la pregabalina que no causen aumento de peso?
Para algunas indicaciones médicas, existen otros fármacos que podrían ser adecuados sin implicar tantos cambios en el peso del paciente. Por ejemplo, medicamentos como la gabapentina, duloxetina o amitriptilina pueden ser considerados, dependiendo de la condición clínica específica. Sin embargo, cada uno tiene su propio perfil de efectos secundarios, y no todos evitan el aumento de peso. Es el médico quien debe evaluar cuál es la mejor opción para cada persona, basándose en su historial médico, tipo de afección y tolerancia a ciertos fármacos.
Preguntas frecuentes sobre el aumento de peso por pregabalina
¿Es común aumentar de peso con pregabalina?
Sí, aunque no todos los pacientes lo experimentan, el aumento de peso es un efecto secundario frecuente, principalmente por retención de líquidos, aumento del apetito y menor actividad física.
¿Cuánto peso puedo ganar tomando este medicamento?
El rango de aumento de peso varía, desde unos pocos kilos hasta un 7% o más del peso corporal, dependiendo de la dosis, el tiempo de tratamiento y otros factores personales como dieta y ejercicio.
¿El aumento de peso es reversible al dejar de tomar pregabalina?
En muchos casos, sí. Si se detiene el tratamiento y se ajustan los hábitos alimenticios y físicos, el peso puede volver a niveles normales, especialmente si el aumento era principalmente por retención de líquidos.
¿Existe algo que pueda hacer para evitar ganar peso?
Adoptar una dieta saludable, mantenerse físicamente activo y monitorear el peso regularmente son estrategias fundamentales. Además, mantenerse en contacto con su médico puede permitir ajustes tempranos que prevengan cambios notables en el peso.
¿Hay otros medicamentos similares que no causen aumento de peso?
Existen alternativas como gabapentina o duloxetina, pero su impacto en el peso varía según el paciente. No todos los medicamentos funcionan de la misma forma para todos, y cambiar de fármaco debe ser una decisión médica fundamentada.
Mantener un control adecuado del peso durante el tratamiento con pregabalina no solo mejora el bienestar físico, sino también la adherencia al tratamiento y la calidad de vida general del paciente. Aunque la frase «pregabalina engorda» podría sonar preocupante, con el enfoque correcto es posible gestionar este efecto y aprovechar los beneficios terapéuticos del medicamento.
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